Consumo de alcohol

Published: November 27, 2015 Words: 5196

Estimación del impacto social relacionado con el abuso de alcohol en el estado español

1. Antecedentes y justificación del estudio

El consumo de alcohol está relacionado con una pluralidad de ámbitos y genera un impacto social y económico importante para la entera sociedad (WHO 2004). En los últimos veinte años ha habido importantes esfuerzos, en el ámbito de las ciencias de la salud, para intentar evaluar el riesgo social de un consumo excesivo de alcohol. El enfoque adoptado por la mayoría de estos estudios se ha centrado en una estimación de los costes sociales desde una perspectiva económica. Éste es un punto de partida importante a la hora de evaluar la magnitud del problema y en consecuencia, poder implementar intervenciones futuras acertadas en el terreno de las políticas públicas. Por otra parte, la variedad de sectores relacionados y la escasez de datos, implican no pocas dificultades de estimación. Por esta razón y debidas las dificultades de aproximación a la realidad del consumo del alcohol, cualquier evaluación de impacto de consumo dejará necesariamente de lado algunos aspectos.

Según el informe de la FAO (WHO 2004) sobre las tendencias de consumo de alcohol, el consumo total por cápita de la población española mayor de 15 años es de más de 12 litros, lo que supone un consumo ligeramente superior al de la media europea. El panel de consumo alimentario (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), indica que el volumen del total de compras en bebidas alcohólicas no se ha modificado significativamente desde 1996 y permanece en un nivel bastante elevado respecto a la media europea. En el estado español el consumo de alcohol se caracteriza por ser habitual y formar parte de los usos sociales en los cuales, muy a menudo, encontramos que el consumo de bebidas alcohólicas se asocia a hábitos dietéticos generalizados.

La relación entre consumo de alcohol y sus consecuencias para la salud depende principalmente de diversos factores que en los puntos sucesivos trataremos de ilustrar separadamente. Tomaremos en consideración el patrón de consumo de alcohol, entre estos factores, el volumen medio de consumo y la frecuencia del mismo. Además, se considerarán los efectos que dicho consumo produce en la salud, entre estos la carga de enfermedades y la mortalidad asociada al consumo. La 1 ilustra las relaciones entre consumo de alcohol y sus consecuencias sobre la salud y sobre la conducta social del individuo (Babor et al., 2003).

Algunos estudios demuestran que el consumo de alcohol está relacionado con más de sesenta tipos de enfermedades y daños según el código de clasificación internacional de las enfermedades (Rehm, Room, Graham et al., 2003) (vid 2). Dependiendo del nivel de consumo, el alcohol puede ser preventivo contra algunas enfermedades entre estas las enfermedades coronarias. Sin embargo, el efecto al neto del consumo de alcohol es negativo y casi el 4% de la carga de enfermedades globales es atribuible al alcohol lo cual podría ser comparable a la carga de enfermedad atribuible al tabaco y a la hipertensión (Ezzati et al., 2002; WHO 2002). Por lo tanto el alcohol constituye un serio problema para la salud pública (Room, Babor y Rehm, 2005).

El abuso de alcohol produce consecuencias directas como un aumento de la carga de enfermedades de la población y por otra parte un aumento de los costes relacionados a los servicios asistenciales. Entre estos hay las visitas ambulatorias de atención primaria, los ingresos hospitalarios, las urgencias hospitalarias, subvenciones, ayudas etc. Además, el alcohol tiene efectos importantes como causa de accidentes en el trabajo, siendo aproximadamente un 17% de todos los accidentes los directamente atribuibles al consumo de alcohol (Gutiérrez-Fisaac, JL., Regidor, E., Ronda, E., 1992). Otros aspectos a considerar en una evaluación del impacto socio económico del abuso de alcohol son los costes a cargo de los órganos de policía para de violencia (Rossow I. 2001), de ruptura de pareja e incluso de muerte. En un estudio anterior (Portella et al, 1998), se ha estimado que el impacto socioeconómico en el año 1993 es de 637.718 millones de pesetas, que en aquel año correspondía al 1,23% del PIB del Estado.

Además, el Estado Español es, en su conjunto, uno de los mayores productores de alcohol, colocándose en tercera posición en la producción mundial de vino, en el octavo puesto en cuanto a la producción de cerveza y en el decimocuarto por lo que se refiere a bebidas destiladas (World Drink Trends, 1999). Sin embargo en España el régimen de fiscalidad efectiva del alcohol es muy reducido respecto al resto de la UE. Vistos los altos costes económicos relacionados con el consumo de alcohol (García-Sempere y Portella 2002) que se sitúan entorno al 2-5% del PIB, un aumento de la fiscalidad podría ser una opción a considerar (Anderson P., Baumberg. B. 2006). Un aumento del precio se traduce en un decremento del consumo como han demostrado varios estudios (Edwards 1994) y esa es la línea seguida por algunos estados europeos y algunas iniciativas recientes del gobierno Sueco son un ulterior ejemplo.

Una comprensión de estas consecuencias relacionadas al consumo de alcohol puede ofrecer la base para establecer programas y políticas futuras. Sin embargo vista la complejidad del ámbito evaluativo, hay pocos estudios en España que traten del coste policial y judicial relacionado con el abuso de alcohol y los datos estadísticos son también muy escasos.

Para la realización del impacto de los costes económicos relacionados con el consumo de alcohol, se usarán en el estudio varias fuentes de datos. El estudio es limitado debida la complejidad del ámbito tratado y vista la escasez de bibliografía específica sobre este ámbito y de bases de datos suficientes.

1.1. Objetivos generales y específicos

El objetivo general del estudio es estimar el coste asociado al abuso de alcohol en el Estado Español a partir de indicadores sanitarios.

Objetivos específicos:

1. Describir el patrón de consumo del alcohol en España a partir de los indicadores poblacionales disponibles

2. Revisar los estudios de mortalidad y morbilidad relacionados con el abuso de alcohol existentes en España y en otros países de referencia

3. Revisar los estudios del impacto socio-económico del abuso de alcohol.

4. Estimar el coste asociado en España al abuso de alcohol a partir de los indicadores sanitarios (ingresos hospitalarios, enfermedades relacionadas, GRD y otros)

5. Analizar las diferencias entre España y países que adoptan el euro por lo que se refiere al precio de las bebidas alcohólicas, a la fiscalidad efectiva y la estructura de la recaudación de la producción y el consumo de alcohol

1.2. Métodos

Objetivo 1: Se presentarán los datos disponibles referidos al patrón y volumen de consumo de alcohol en España, comparándolos con otros países europeos. La fuente de datos considerada será el HFA del WHO y la encuesta nacional de salud.

Objetivo 2: Se realizará una búsqueda sistemática de los estudios de mortalidad, morbilidad, relacionados con el consumo de alcohol existentes en España y se procederá a la revisión de algunos estudios realizados en otros países (Inglaterra y Gales, Canadá y Estados Unidos). La principal fuente bibliográfica es PUBMED y algunas revistas de referencia sobre adicciones en España y Europa.

Objetivo 3: Se procederá a la revisión sistemática de la bibliografía existente sobre el impacto socio-económico del consumo de alcohol. Las fuentes principales de información son PUBMED y el IAS (Institute of Alcohol Studies).

Objetivo 4: Se estimará el coste para el sistema sanitario y social asociado al abuso de alcohol en España en el año 2004. Se considerarán todos los costes directos para el sistema sanitario: las consultas hospitalarias de los pacientes, las consultas a los ambulatorios, las consultas por accidentes y emergencias, la asistencia en enfermería, las consultas al médico de cabecera, los test de laboratorio, el volumen de medicamentos prescritos a los enfermos y la investigación. La fuente de datos será la base de datos del Ministerio de Sanidad y Consumo. Así mismo, se procederá a la estimación de los costes indirectos como el valor de las rentas del trabajo perdidas debido a las muertes prematuras relacionadas con el abuso de alcohol y el absentismo debido a causas relacionadas con el alcohol. En la estimación de los costes indirectos del alcohol no se considerarán los costes policiales, judiciales y las destrucciones materiales relacionadas con el alcohol, debido a la falta de datos en ese ámbito. Las fuentes consideradas son los datos del Ministerio de Sanidad y Política Social y las encuestas laborales del INE.

Objetivo 5: Se expondrán algunos datos comparativos del coste del alcohol en los países europeos. Sucesivamente se analizará la diferencia de la estructura de la recaudación en España. Se analizarán los tipos de estructura impositiva, la naturaleza de los impuestos y la centralización versus descentralización de los mismos. Los datos presentados se referirán a información del IAS, del WHO y del IEF (Instituto de Estudios Fiscales).

Observación metodológica: El estudio tendrá limitaciones debido a la escasez de datos y a la dificultad de abarcar todos los ámbitos relacionados con el alcohol. Sin embargo, se hará particular énfasis en los ámbitos que son cuantificables.

Resultados

Descripción del patrón de consumo en España y Europa

Para examinar las tendencias del consumo del alcohol en el Estado Español describiremos los patrones poblacionales tomando como referencia los datos de la encuesta mundial de la salud (WHO).

En la 3, se describe el consumo de alcohol en el Estado Español comparativamente con los países de la UE. Se evidencia que el consumo de alcohol en la población mayor de 15 años en los países de la UE se ha reducido de manera apreciable a parte algunas excepciones. La disminución más apreciable se ha verificado en dos países tradicionalmente productores como Francia e Italia. En España se ha registrado una ligera disminución, mientras que la Republica Checa es el país donde más se consume, en particular cerveza.

En la 4 se presenta la tendencia de consumo de alcohol en España y Europa a partir de los años 80 hasta el 2003. Si la comparamos la tendencia en España con la de Europa de los 17, observamos que tiende a converger por lo que se refiere a los tipos de bebida consumidas. Sin embargo, la población española sigue consumiendo una cantidad media mayor, en litros de alcohol puro por cápita, respecto a los países europeos. A lo largo de veinte años se puede apreciar la caída del consumo de vino que ha ido reduciéndose de manera substancial en los dos contextos considerados. En España, la disminución del consumo de vino ha sido importante mientras que el consumo de cerveza ha sido progresiva y parcialmente substituido por el consumo de vino, convergiendo hacia un consumo “europeo”. El consumo de bebidas de alta graduación es bastante parecido en los dos ámbitos.

2.1. El consumo de riesgo en la población española

El consumo de riesgo es una medida muy relevante para estimar el consumo abusivo de alcohol. Se considera bebedor de riesgo aquel hombre o mujer que sobrepase respectivamente 5 o 3 unidades de bebida al día. Siguiendo este criterio (vid. 5) el consumo de riesgo en la población española en el 2005, entre 15 y 64 anos, es de un 5,5% con un aumento respecto al 2003. El porcentaje en los hombres es mayor siendo un 6,5% mientras en las mujeres es de un 4,1%. Desglosando el análisis por tramos de edad no se aprecian diferencias relevantes en la distribución del consumo de riesgo.

El volumen de consumo de alcohol en la población del estado español es elevado comparado con el resto de Europa, aunque se haya registrado una disminución a lo largo de las últimas décadas. Por otra parte, el patrón de consumo sigue una tendencia a la afinidad del consumo de bebidas alcohólicas entre los países europeos, siendo el estado español uno de los que ha seguido la tendencia consumiendo cada vez menos vino. El consumo de riesgo ha disminuido en los últimos años y es inferior respecto a la media europea.

2.1.1. Efectos sobre la salud asociados al consumo de alcohol

El consumo de alcohol afecta a todos los órganos del cuerpo humano, causando efectos múltiples sobre la salud y sobre la conducta social del individuo (vid. 1).

Tradicionalmente, la medida tomada para evaluar las consecuencias a largo plazo sobre la salud ha sido el volumen medio del consumo de alcohol. Sin embargo, según algunos estudios, el patrón de consumo es un indicador más fiable a la hora de prever los efectos agudos sobre la salud (Bondy, 1996), aunque el volumen de consumo tenga una relación importante (Greenfield, 2001 y Rossow, 2001). Algunas investigaciones han intentado demostrar que existe una relación directa entre consumo de alcohol y enfermedades de tipo coronario y muertes por paro cardiaco (Trevisan et al., 2001). Los efectos bioquímicos del alcohol pueden tener efectos sobre las enfermedades crónicas, bien sea positivamente (prevención contra coagulo de sangre), bien sea negativamente (efectos tóxicos que causan daños al páncreas). Por otra parte, la intoxicación de alcohol es una causa importante de los efectos agudos sobre la salud que representan fenómenos como los accidentes, las lesiones intencionales, la violencia (Klingemann y Gmel, 2001; Rossow, 1993). La dependencia del alcohol impacta en las consecuencias agudas y crónicas sobre la salud y es una causa del consumo de alcohol en ella misma.

2.2. Revisión de los estudios de mortalidad en España

2.2.1. La mortalidad y mortalidad prematura en España

En España, durante el periodo 1981-1990, el 6,3% de la mortalidad fue atribuible al alcohol. (Prada et al., 1996). En el periodo 1999-2004 (Fierro et al., 2008) el porcentaje de mortalidad, ajustada a la población europea, atribuible al alcohol en España, fue entre el 2,11% de 1999 y el 1,96% de 2003 y 2004. El número total de muertes en el mismo periodo fue de 51.351, con una ratio entre hombres y mujeres de 3:1. Como ha sido mostrado por otros estudios (Jané 1999, Bello, 2003 y Criado-Álvarez, 2002), se observa una tendencia a la reducción de la MAA, pero sólo entre los hombres. La comunidad autónoma de Murcia, con el 2,9% de mortalidad, junto a Andalucía, Canarias, País Vasco y Asturias, alcanzaron los mayores porcentajes de mortalidad por alcohol en 2004.

El 9,3% del total de los APVP en España en el mismo periodo fue atribuible al alcohol (el 10,5% para los hombres y el 6,1% para las mujeres). Se pueden atribuir a los procesos agudos el 70% de los APVP atribuibles al consumo de alcohol, siendo los accidentes no intencionales las principales causas de mortalidad (51,6%).

Entre los procesos crónicos, las principales causas de MAA fueron las enfermedades del sistema digestivo 23,1%. Estos datos son confirmados por otros estudios de ámbito local y autonómico (vid. tabla). Además, dentro de los accidentes no intencionales, los accidentes en el lugar del trabajo atribuibles al alcohol representan un 17% del total (Gutiérrez-Fisaac et al, 1992).

Otros relevan que un 41% de los accidentes mortales de trafico están relacionados con el consumo de alcohol y el 29% de los conductores conducían excediendo el límite legal (8g/l) (Drinking and driving. 2003). Otro estudio (Carmen del Río, M. et al., 2002) confirma estas estadísticas y señala que el 43,8% de los 5.745 conductores involucrados en accidentes mortales entre el año 1991 y 2000, había bebido alcohol y el 32% estaba conduciendo por arriba del límite legal.

La mortalidad relacionada con el consumo del alcohol ha disminuido en los últimos veinte años en el estado español, aunque la MAA es una de las principales causas de muerte. La mortalidad por accidentes no intencionales representa más de la mitad de la MAA. Dentro de esta causa de muerte, los accidentes de tráfico representan un porcentaje muy importante.

2.3. Revisión de los estudios de costes sociales del alcohol en España y otros países de referencia

En las últimas tres décadas, varios estudios señalan que el coste social y económico del abuso de alcohol impacta negativamente en el PIB de los países considerados (vid. 7) (Klingemann y Gmel 2001). Aunque encontramos diferencias importantes según la metodología escogida, todo confirma la importancia del coste social impuesto a la sociedad por el abuso de alcohol. Los países anglosajones con una tradición de uso y elaboración de metodologías cuantitativas han sido pioneros en estos ámbitos y esta línea de investigación se ha difundido también en otros países.

Hay que considerar las diferencias entre países por lo que se refiere a la prevalecía del consumo y del consumo de riesgo y por otro lado la naturaleza de las consecuencias que son especificas de cada país. En EE.UU. (vid. California), el coste judicial y en particular el policial, son particularmente elevados. Por otra parte, en general los estados anglosajones se han hecho cargo de producir información estadística acerca de los costes judiciales y policiales, alcanzando un grado de estimación más fiable.

Todos los estudios considerados representan una estimación conservadora de los costes reales del abuso de alcohol vista la dificultad de una estimación que pueda abarcar todos los ámbitos. Se puede observar como la mayoría de los estudios sugieren que los costes indirectos, es decir los costes humanos y los costes económicos, son mayores que los costes directos, es decir los que incurre el sistema sanitario de cada estado. Sin embargo la ratio entre coste directo y indirecto varia bastante, entre un 1:8 (Leontaridi, 2003) y uno (Collicelli, 1996 y Jarl, 2007).

Los estudios analizados de evaluación socioeconómica relevan que el impacto del alcohol podría calcularse entre un 0,83% y un 2,52% del PIB de los respectivos países. Estas estimaciones son conservadoras respecto a los costes reales vista la dificultad de abarcar la pluralidad de ámbitos considerados. Aunque haya mucha diferencia metodológica y de los costes contabilizados, ya que se tiene que considerar la disponibilidad, la exactitud de datos usados y la pluralidad de ámbitos en los que el alcohol tiene un impacto, lo importante es dar una idea del impacto real del abuso de alcohol. Por lo tanto, todos estos estudios ofrecen una estimación conservadora de los costes reales.

2.4. Estimación del coste social asociado al abuso de alcohol en España para el año 2004

2.4.1. Coste directo de la morbilidad atribuible total y parcialmente al alcohol

En las s 8, 9 y 10 se ha calculado, a través de la explotación de los datos del Ministerio de Sanidad y Política Social, la morbilidad total y parcialmente atribuible al alcohol. Se han alistado los códigos de las enfermedades y se han relacionado con las fracciones atribuibles correspondientes según el estudio Fox et al., 1995, realizado en Estados Unidos por Medicaid. Los casos de enfermedades, relacionadas totalmente con el consumo de alcohol, amontaban en número absolutos en 2004 a 19.089 casos, mientras en 2007 han sido 19.030. La diferencia entre hombres y mujeres es considerable, siendo la ratio de 5:1, aproximadamente, sin embargo entre 1998 y 2004, se ha registrado un mayor incremento de la morbilidad en las mujeres. El coste estimado a través de la aplicación de la tarifa de rembolso de la Generalitat de Catalunya para los respectivos años ha sido en 2004 de 32,69 millones mientras que en 2007 amontaba a 40,6 millones de euros.

Por lo que se refiere a la morbilidad sólo parcialmente relacionada con el alcohol, los casos en la población española se podrían estimar en 141.739 casos en 2004, con un coste estimado de 242,78 millones. Los casos han aumentado en 146.138 en 2007 y el coste en este año ha sido de 311,81 millones de euros.

El coste estimado por las enfermedades directamente y indirectamente relacionadas con el alcohol es de 275,4 millones en 2004 y de 352,4 millones en 2007.

2.4.2. Coste indirecto de la mortalidad atribuible al alcohol en 2004 en el estado español

La 11 muestra los años potenciales de vida perdida (APVP) en el año 2004 y la media de salario desglosado por sexos en las comunidades autonómicas. La tabla se ha construido a partir de la Encuesta de Estructura Salarial del INE mientras que las FAA se han extraído desde Ochoa, 2006. Debido a la falta de datos sobre la media de salario para Ceuta, Melilla y sobre ciudadanos extranjeros, se ha tomado como referencia el salario medio de Extremadura, siendo este el más bajo de todo el conjunto del estado español.

Las comunidades autonómicas con mayor número de APVP en los hombres son Andalucía, Cataluña y Comunidad de Madrid. Por lo que respecta a las mujeres son Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana. Por lo que se refiere al cúmulo de la renta perdida derivada del salario a causa de la mortalidad relacionada con el alcohol, las comunidades que mayormente “pierden producción” son Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid, mientras las que menos pagan el coste son la Rioja, Ceuta y Melilla. En casi todas las CCAA las mujeres tienen un total de APVP menor que los hombres. Totalmente diferente es el caso de los extranjeros, colectivo en el que las mujeres tienen cuatro veces mayor APVP respecto a los hombres. En el total los APVP de los varones, relacionado con el consumo de alcohol, son cinco veces mayores que los de las mujeres. Esto se convierte en un coste de los APVP cinco veces superior en los hombres debido, inequívocamente, a las diferencias de salario entre los dos sexos. En el total el coste para el conjunto del estado en el 2004 es par a 2.308 millones de euros.

2.4.2.1. El absentismo laboral relacionado con el consumo de alcohol en 2004 en el estado español.

La 12 se ha construido a partir de los datos del CMBD y de la encuesta sobre estructura salarial del INE, el coste laboral por sexo por el año 2004 y 2007. Se muestra que el coste total en el conjunto del estado es de 8,2 millones en 2004 y que en 2007 se incrementó hasta 8,9 millones. La mayoría de estos costes está originada por las bajas laborales de los hombres que representan aproximadamente el 60% de los casos.

La suma de APVP y de absentismo laboral relacionado con el alcohol en el año 2004, es de 2.316,58 millones de euros mientras que en el año 2007, suponiendo el mismo número de APVP, es de 2.317, 32.

Análisis comparativo de los precios y fiscalidad efectiva en España Precios y régimen fiscal del alcohol en España y Europa.

3.1. El precio del alcohol en España: esbozo comparativo

En la 13 se considera el coste de las bebidas alcohólicas en los países europeos según el Big Mac index, una medida propuesta por The Economist desde el 1986. Esta medida tiene el objetivo de reflejar el poder real de compra dentro de cada estado para compararlo internacionalmente. No hay datos para España y, aunque poco preciso, se ha considerado para el Big Mac de España el índice de Alemania que es de 2,65 euros, siendo la media de 2,86. Visto que España está dentro de la zona euro pondremos particular atención en la comparación con los países que tienen el euro. Como podemos considerar, la ratio cerveza/big mac es muy uniforme en toda el área euro para los que tenemos datos comparativos, es decir Alemania, Austria, Bélgica, Eslovaquia, España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal. Los únicos países donde una cerveza es más cara respecto a la media son Irlanda, Italia y Finlandia, con una ratio de cerveza/big mac igual a 0,70, 0,59 y 0,44 respectivamente, siendo la media de todos los países 0,28. España está por debajo de la media con una ratio de 0,34 mientras que la ratio del precio de una botella de vino/big mac es 0,29, el más bajo de la zona euro y de todos los países considerados, siendo la media de la ratio 1,24. Considerando el coste de una botella de bebida alcohólica de alta graduación de 0,7 litros, la ratio en relación al coste de un big mac es de 3,25, la media de la zona euro es de 3,31, mientras la ratio del total de los países considerados es de 2,40. En conclusión podemos decir que el precio de consumo de la cerveza y del vino en el estado español está muy por debajo respecto a los demás países mientras que el precio de las bebidas alcohólicas de alta graduación está en la media del euro zona.

3.2. Tasación y régimen impositivo

El rol económico de la industria del alcohol en Europa es muy relevante. Según el informe ICAP de marzo de 2006, casi 3 millones de personas están empleadas en este sector lo que representa aproximadamente un 2% del total de la población activa. En el sector agrícola los trabajadores relacionados con el sector son 147.000. Considerada la importancia del sector productivo y visto que el consumo específico de determinados bienes resulta contraproducente para la sociedad, porque genera costes sociales, la Ley de Impuestos Especiales establece que los cost es deben “internalizarse”, a través de impuestos específicos que graven sobre el consumidor. El objetivo es gravar selectivamente para desincentivar al consumidor. Además, la recaudación tiene una finalidad extra fiscal como instrumento de políticas sanitarias, de medioambientales, etc.

El total de los impuestos sobre el consumo de alcohol amonta a 25 millones de euros en 2001 (vid. European Spirits Organization). De éstos, 1,5 se retornan a través de la política agrícola comunitaria (vid. Baumberg, 2006) de manera que España es uno de los grandes beneficiarios de esta política. Según varios autores, debido a la relativa inelasticidad de la demanda de alcohol, la media de los tipos impositivos de cada estado es un factor predictivo mejor para evaluar la recaudación del estado respecto al nivel de consumo.

Como podemos apreciar en la 14 los impuestos sobre el consumo están focalizados hacia las bebidas de alta graduación en España comparados con el área euro. El vino tranquilo no tiene impuesto alguno impuesto sobre el consumo y los productos intermedios tienen un tipo de 55,53 euros per hl 18% de volumen, siendo la media de 138 (solo Chipre está por debajo). La cerveza también tiene un tipo impositivo bastante favorable que es del 9,96 euros por hl. de volumen 5%, uno de los tres más bajos de Europa. Esto podría ser un factor a considerar a la hora de explicar el cambio de preferencias de los consumidores en España. Por otra parte, el IVA es similar como en casi todos los países de la eurozona debido al proceso de armonización. Las tasas adicionales son inexistentes en España mientras que algunos países han considerado la opción y han desarrollado políticas impositivas, aumentando sus capacidades de recaudación. Es el caso de Finlandia que ha aumentado el impuesto al consumo un 10% sobre todas las bebidas alcohólicas. Fuera de los países de la zona euro, Polonia ha aumentado recientemente el impuesto sobre el consumo de bebidas alcohólicas de alta graduación un 9%, sobre el vino un 16,2% y un 9,5% sobre productos intermedios. Por último, el Reino Unido ha aumentado un 4% la tasa sobre el consumo de bebidas alcohólicas de alta graduación y un 8% en otras bebidas alcohólicas.

En España las bebidas alcohólicas están gravadas muy poco respecto al conjunto de los países que adoptaron el euro. Actualmente el 40% de los impuestos especiales derivados del alcohol están cedidos a los organismos subcentrales del estado, sin embargo el sistema de financiamiento de estos organismos, que se basa sobre el principio de una cesta común y de una subvención incondicionada procedente del gobierno, dificulta o convierte en contraproducente para las CCAA subir los impuestos especiales. Además la falta casi total de un criterio de equidad que conduzca a una nivelación de los recursos para equiparar necesidades de gasto y capacidad fiscal, complica todavía más las cosas.

El régimen fiscal efectivo en España grava muy poco las bebidas alcohólicas en general particularmente el vino y a la cerveza pero también las bebidas de alta graduación. Por otra parte, una tasación adicional o un aumento substancial podría, siguiendo la línea de algunos países europeos, ser una opción a tener en cuenta.

4. Conclusiones y recomendaciones

El abuso de alcohol tiene un impacto relevante en la sociedad española aunque sea muy difícil estimar su coste social, debido a la falta de información relevante y a la dificultad de las pluralidades de ámbitos relacionados.

El volumen de consumo de alcohol en la población del estado español es elevado comparado con el resto de Europa, aunque se haya registrado una disminución a lo largo de las últimas décadas. Por otra parte, el patrón de consumo sigue una tendencia a la afinidad del consumo de bebidas alcohólicas entre los países europeos, siendo el estado español uno de los que ha seguido la tendencia consumiendo cada vez menos vino. El consumo de riesgo ha disminuido en los últimos años y es inferior respecto a la media europea.

La mortalidad relacionada con el consumo del alcohol ha disminuido en los últimos veinte años en el estado español, aunque la MAA es una de las principales causas de muerte. La mortalidad por accidentes no intencionales representa más de la mitad de la MAA. Dentro de esta causa de muerte, los accidentes de tráfico representan un porcentaje muy importante. Los estudios analizados de evaluación socioeconómica relevan que el impacto del alcohol podría calcularse entre un 0,83% y un 2,52% del PIB de los respectivos países.

Estas estimaciones son conservadoras respecto a los costes reales vista la dificultad de abarcar la pluralidad de ámbitos considerados. Aunque haya mucha diferencia metodológica y de los costes contabilizados, ya que se tiene que considerar la disponibilidad, la exactitud de datos usados y la pluralidad de ámbitos en los que el alcohol tiene un impacto, lo importante es dar una idea del impacto real del abuso de alcohol. Por lo tanto, todos estos estudios ofrecen una estimación conservadora de los costes reales.

El coste estimado por las enfermedades directamente y indirectamente relacionadas con el alcohol es de 275,4 millones en 2004 y de 352,4 millones en 2007. La suma de APVP y de absentismo laboral relacionado con el alcohol en el año 2004, es de 2.316,58 millones de euros mientras que en el año 2007, suponiendo el mismo número de APVP, es de 2.317, 32.

El régimen fiscal efectivo en España grava muy poco las bebidas alcohólicas en general particularmente el vino y a la cerveza pero también las bebidas de alta graduación. Por otra parte, una tasación adicional o un aumento substancial podría, siguiendo la línea de algunos países europeos, ser una opción a tener en cuenta.

Por lo que respecta a las recomendaciones, en primer lugar habría que invertir más en actuaciones preventivas. Para conseguir ese objetivo debería realizarse un censo de las actuaciones preventivas realizadas por las CCAA para prevenir daños relacionados con el alcohol. En segundo lugar, debería homogeneizarse la medición de los indicadores e integrar la información disponible. Así mismo, habría que producir bases de datos en los ámbitos judicial y policial para evaluar el impacto que el alcohol comporta. En tercer lugar, seria beneficioso un aumento substancial de la fiscalidad efectiva del alcohol equiparándola a la de otros países de la zona euro. Sin embargo este punto conllevaría una reforma del sistema de financiación que debería dar mayor poder impositivo a las CCAA para mejor calibrar la imposición con el coste social y económico del alcohol.